miércoles, 25 de agosto de 2010

Mi mamá se llama Pedro

Este último mes de verdad ha estado lleno de cosas nuevas para mí: nuevas experiencias, nuevos amigos y sobre todo, muchos viajes. Después de regresar de Viena, fuí testigo de la remodelación de mi habitación (empezando con esto también una nueva etapa, al menos de ya tener cuarto propio) y una visita express a Morelos para después partir hacia León, Guanajuato.
En este lugar se lleva a cabo la World Youth Conference, dentro un marco de polémica por parte de grupos derechistas y la Iglesia Católica respecto a la reciente aprobación de la reforma al Código Civil que establece la adopción por parte de parejas del mismo sexo.
Como era de esperarse, la Conferencia por igual es marco de múltiples manifestaciones por parte de muchos puntos de vista; no me gusta decir a favor o en contra, simplemente opiniones diversas. Así pues, hubo una marcha pacífica por parte de los jóvenes, y por razones de seguridad se nos pidió llegar de forma tranquila para evitar provocaciones, puesto que un grupo se encontraba a la entrada del lugar. Al llegar a la entrada se acerca una chica y me dió esto, un texto que quiero compartir con ustedes:

"Mi mamá se llama Pedro"

Dos leonas no hacen pareja. Dos gatos, tampoco. No pueden aparearse. Para ello tendrían que ser de distinto sexo y de la misma especie. Son cosas de la zoología. No es producto de la cultura hitita, fenicia, maya, cristiana o musulmana. Por supuesto no es un invento de la Iglesia Católica. Muchos siglos antes de que Jesús naciera en Belén, el Derecho Romano reconocía el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.
La palabra matrimonio procede de dos palabras romanas: "matris" y "munio". La primera significa "madre", la segunda "defensa". El matrimonio es la defensa, el amparo, la protección de la mujer que es madre, el mayor y más sublime oficio humano.
Cada palabra tiene su significado propio. Una compraventa gratuita no es compraventa, sino una donación. Llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo me parece poco serio. Jurídicamente, un disparate... De carcajada. Que le llamen, "homonomio", "chulimonio", "seximonio", lo que quieran, todo menos matrimonio, que ya está inventado hace tiempo. Nadie llama tarta de manzana a la que está hecha de peras. Lo curioso es que cuando dices cosas como estas, algunos te miran extrañados de que no reconozcas la libertad de las personas. Y por más que les dices que cada uno puede vivir con quien quiera, incluso con su perro, pero que eso no es un matrimonio, me llaman intolerante.
No sé lo que harán los diputados y senadores mexicanos a la hora de votar, tal vez seguir el modelo argentino. Son políticos, no juristas y así parece la Suprema Corte. Votaron por razones políticas, no según Derecho, no según Justicia.
Las consecuencias son graves. Si un varón tiene derecho a casarse con otro varón y una mujer a hacerlo con otra mujer, ¿le vas a negar el derecho a un hermano a casarse con su propia hermana? ¿O a un padre a hacerlo con su hija? ¿No tienen el mismo derecho? La sociedad se quiebra. Huele a podrido. Como en Dinamarca, cuando la profe le preguntó a Pablo cómo se llamaba su madre, el niño contestó: "Mi mamá se llama Pedro"

Ahí nada mas para que vean, me gustaría de verdad oír opiniones al respecto, que yo tengo bastantes...

Saludos...

Leonardo.

3 comentarios:

Sshamsheei Guniyrha dijo...

Realmente es una pena, que la gente asi como defiende la idea de matrimonio de acuerdo al origen etimològico de la palabra, y ademàs argumentando cosas de acuerdo a ordenes naturales no se ponga a pensar que la naturaleza tambien da homosexuales entre animales... y efectivamente, no sirven para procrear, pero si para mantener a la especie en un nivel adecuado de individuos.
Dos Leonas no puede procrear, pero si cuidar mejor de los pequeños que tuvieron o conseguir mas alimento y asì sobrevivir.

El nombre no es lo que importa si no el hecho, las palabras no sirve para comunicarnos, sirven para confundir y establecer normas, màs del 90% de la comunicación entre humanos se da por lenguaje no verbal... entonces porque discutir tanto por la palabra matrimonio.

Me parece que tocando sus ultimas preguntas; la gente en grecia lo hacia, en roma tambien, inclusive entre gente de la realeza ingles, frances, española, se permitia, padres con hijas, hermanos... de cuando acá eso esta quebrando la sociedad actual... en tal caso... eso esta quebrando la socidedad desde que la sociedad se concibió como tal... no lo creen?

Toñiux dijo...

Bueno, va: No le llamemos "matrimonio", llamémosle "unión civil". Para el caso es lo mismo, dos personas no consanguíneas que quieren reconocer su unión ante la ley. No se como está la reglamentación, pero hasta donde se por ley no se pueden unir dos consanguíneos (hermanos o padre-hijo).

La sociedad no se quiebra ni huele a podrido. Se acopla a las nuevas realidades, y más bien lo que sucede es que los grupos puristas que se van quedando retrasados con respecto de la realidad son los que se van a ir quebrando.

No tengo el detalle del Derecho Romano, pero supongo que no estaba tipificada como delito la unión de dos personas del mismo sexo, al menos. ¿O qué el Derecho no es suceptible de mejorar? ¿Debemos quedarnos con las mismas leyes que aplicaban hace 2000 años?

|) /\ ® |{ ¥ dijo...

Pense que seria un cuento lindo, algo asi como el cuento de un niño español o de algun lugar donde la adopción sea legal o etc.

Si ellos no pueden avanzar en su forma de pensar,¿por que habrian de dejarnos avanzar a nosotros?