jueves, 22 de abril de 2010

Ratos de escritor

Esta historia se me ocurrió hace como dos semanas, que venía regresando de ensayar. Que conste que no tiene que ver con ningún trauma ni nada, je, simplemente se me ocurrió. Espero tus comentarios para ver si al menos de escritor no me muero de hambre XD:


Como siempre, suena el despertador. Marca las 4:30 de la mañana, en el buró junto a la cama, con los restos de un vaso con Coca-Cola y un paquete de aspirinas (es que traía un dolor de cabeza de la chingada que no me dejaba dormir anoche, y pues fue lo único que encontré). En quince minutos está listo, abre el refrigerador y ve tres huevos, un litro de leche y una maraña de queso Oaxaca (pues ni pedo, me tomo un vaso de leche y allá me compro algo). Sale a las cinco de la mañana, buenos días, le dice a su vecina, que ya fuera comienza a llevar su mercancía para venderla afuera del metro. De igual manera comienzan los rutinarios empujones para abordar el transporte a Cuatro Caminos (no mames wey, no te metas) (me volvió a cobrar de más, hijo de su madre) (mmm, no lo ví subirse en la base, igual y se le hizo tarde). A las 7 de la mañana, esté quien esté, se comienzan las labores del día, así va transcurriendo la jornada (mira, ahí va la hija del abogado, no mames, está bien buena, ‘adiós mami’, jajajaja, te pasas de cabrón, no te vaya a oír el inge, que nos vuelve a dejar sin varo) (yo creo que ya no vino, espero esté bien, de regreso paso a su casa, o de perdis me asomo a ver si está). A las 10:30 ingresa a lo que será un gimnasio de tres pisos, con alberca semiolímpica y canchas de squash, un hombre de complexión media, 1.69, ojos amielados que contrastan con su tez clara, acompañado de notorias ojeras y rostro cansado (perdón inge, es que mi hija se puso mala anoche, sí, no se vuelve a repetir). Así pues, se incorpora a las actividades, el sol de mediodía está pegando con toda su fuerza, lo que hace que algunos se despojen de sus playeras (ay papá, a presumir el cuerpazo, cállate puto, jaja) (qué pasó todo bien, si es que la nena se puso mala, pero qué bueno que ya llegaste y pues a trabajarle no?, sí claro, nos vemos al rato). Resultados de la jornada: la mitad del estacionamiento del sótano y los vestidores de mujeres del primer piso listos (ándale, ya a comer, que me ruge la tripa bien cabrón, córrele no tenemos tu tiempo), la tarde pasa lenta entre dos botellas de Jarritos Tamarindo, tres kilos de tortillas y dos de frijoles. Se retrasó el camión con la varilla, ni modo, a quedarse hasta que llegue, son las 9:30 de la noche (chale, ni para irnos por las caguamas, ya para mañana) (ya te vas, no creo el inge quiere hablar conmigo no sé que quiera, bueno entonces nos vemos mañana). El ir y venir de la gente, de traje y corbata, con gorra, bufanda, cabello recogido, blusas de todos colores, hace juego con el grupo que se dirige a paso veloz hacia el Metro Ermita (si está haciendo frío, ves te dije, ahora por no creerme te tocan las chelas mañana, ah nel por qué, por pendejo). Se detiene a ver un puesto de juguetes tratando de encontrar algo que sabe que no necesita pero que debe tenerlo (como qué le gustará a la niña, espero no esté la esposa, me cae de la chingada, pinche vieja). Las diez de la noche, mejor a correr, que entre más tarde se va uno le va peor en el regreso; corre para poder entrar, ni modo no hay de otra. Las miradas se conjugan en un ir y venir de sentimientos encontrados, los ojos llorosos de un joven sentado a la orilla, el canto desenfrenado de aquel con los audífonos, ojos lascivos que parecen responder a un deseo carnal más allá de lo perceptible (otra vez el dolor de cabeza, mmmta, ya no voy a alcanzar la farmacia abierta y si vuelvo a pasar por la otra, seguro me parten la madre por aquella vez) (qué onda pensé que no te iba a alcanzar, ni yo tampoco pero ya a descansar, ah mira hay dos lugares libres vámonos para allá no?, si vamos). Con una intención que mezcla lujuria y discreción, se dispone a revisarlo de pies a cabeza, analiza su piel atacada por el sol, lo bien definida que es su cara, esos brazos que no son de gimnasio (pero seguro sí aguantan), todo enfocado al bulto que no era notorio, pero tampoco pasaba desapercibido (qué paso, ah es que creí ver un billete pero nel, bueno fuera que te encontraras el dinero así como así, si verdad jajaja) y al trasero que oculto bajo los pantalones de mezclilla dos tallas más grandes, hacía hervir su sangre de sólo imaginarlo descubierto.


Dependiendo de tu opinión puede que haya una segunda parte, pero por lo mientras espero te haya gustado =P


Saludos...


Leonardo.

viernes, 16 de abril de 2010

AIDS 2010

En esta ocasión escribo para hacerles llegar las buenas nuevas. Igual y muchos ya lo saben pero si no, les platico:

Resulta que, en posts anteriores, platiqué mi experiencia durante la AIDS 2008 efectuada aquí en la Ciudad de México. En ese entonces vinieron personas importantes dentro de la dirección de Dance 4 Life Internacional, entre ellos la mismísima directora del proyecto, Eveline (con la cual tuve la oportunidad de hablarle de tú, y crear un bonito lazo) y coordinadores de diversas áreas.

Una en particular, Susan, al parecer quedó muy satisfecha con el trabajo que todo el Equipo había hecho durante esa semana de actividades, tanto así que al momento de despedirnos, nos dijo muy contundentemente 'nos vemos en Viena' (sede de la siguiente conferencia), así que tomándole la palabra, en diciembre metí mi solicitud de beca, y pues...

¡¡¡ME LA ACEPTARON!!!

Esto quiere decir que me voy con (casi) todos los gastos pagados a Europa, en el momento que recibí la noticia no me la creía, de hecho ahorita sigo asimilándolo, pero sobre todo estoy satisfecho de que el trabajo que hice/hago tiene su recompensa. Por mi parte espero aprender muchísimo de todo esto, que se suma a una super experiencia en mi vida, que me ayudará a desarrollarme tanto en el campo del VIH como en el ámbito personal.

Así que trataré de darles los pormenores del viaje en la medida de lo posible, deséenme suerte y coopérense para por lo menos traerles un recuerdito, jejeje.

Saludos...

Leonardo.

jueves, 15 de abril de 2010

Leonardo González Catalán: 5 años 17 días 1 hora

Desde el mes de febrero comencé a tomar terapia en la Facultad de Psicología, y las cosas se han visto mucho más claras para mí. Me han hecho materializar mis problemas y ver que no son tan graves como yo lo pensaba, pero fuera de eso realizamos un ejercicio que quiero compartir con todos ustedes:

Dentro de los temas que se trataron en la terapia fue el ambiente familiar con el paso de los años, lo cual en mi caso despertó viejos recuerdos. Con base en esto, la psicóloga nos pidió lo siguiente: recordar todos los momentos en los cuales nos hayamos sentido felices en nuestra vida (por ejemplo, un cumpleaños, una salida al cine, etc.) y le asignáramos el tiempo que haya durado, fuera el que fuera.

Ya teniendo todos los recuerdos más significativos, se hace una suma y se tiene un total de cuánto tiempo hemos sido felices en toda nuestra vida. Mi gran total aproximado fue de :

5 años 17 días 1 hora

Esto es aproximadamente el 22.7% de lo que llevo vivido hasta hoy. Al principio podría resultar un buen método, pero tiene sus inconvenientes:

1.-Es muy dificíl recordar todas las cosas buenas que nos han pasado a lo largo de nuestra existencia.
2.-No es sencillo cuantificar los momentos de felicidad.

Así es que te invito a que realices este ejercicio, pero igual y no con toda la vida, puede ser con algo más chiquito como esta semana, este mes, o lo que llevamos del año. Funciona mucho para analizar y ver qué o quién nos ha impedido ser felices en ese tiempo.

E igual que compartas ese tiempo, para ver qué tal te fue.

Saludos...

Leonardo.