Al regresar de unas vacaciones algo especiales, puesto que la mayoría de mi familia materna se reunió, llena de reencuentros y cosas muy chidas, al mismo tiempo me hicieron pensar en muchas cosas: en cómo es que la gente de las grandes ciudades (como la Ciudad de México) le hace para sobrellevar sus problemas cotidianos. Y para esto existen numerosas alternativas para liberarnos del stress y la tensión.
En definitiva, o al menos a mí me funciona, visitar algun estado cercano al DF es la opción para conocer otras costumbres y poder alejarte de todos esos problemas que te agobian y darte un tiempo para tí mismo. En esta ocasión Morelia fue el lugar elegido para desintoxicarme de la vida citadina por un momento y dedicarme a mí mismo. Sólo puedo decir que ha sido de las mejores experiencias de toda mi vida, gracias a todas las personas que lo hicieron posible =).
Y aparte de esto, me sirvió para darme cuenta de que hay muchas cosas que conoces y aprendes de tu familia; ya que conforme vas creciendo y viendo todo de distinta manera, también te percatas de situaciones que tú simplemente o pasabas deapercibidas o dabas por hecho.
Para explicar lo anterior pondré un ejemplo: en mi casa siempre me enseñaron a que cuando se hace de comer, todos ayudamos por igual al momento de limpiar la mesa, poner los servicios (platos, cubiertos, servilletas, vasos, etc.) y al terminar de la misma manera para recoger la mesa y organizarnos para lavar los trastes. A la hora de servirse la comida, cada quien se sirve lo que quiere comer, en la cantidad que gusta y si la comida está en la cocina, cada quién va y se sirve, sin necesidad de que haya alguien que lo haga por nosotros.
Pues a falta de mi mamá (que seguía acá en la ciudad trabajando), conviví más tiempo con mi abuela y mis tías (hermanas de mi abuela), que obviamente fueron criadas de una manera totalmente distinta a la mía: ellas eran las que se dedicaban a las labores de la cocina, las que cuando llegaba alguno de mis tíos o mi bisabuelo q.e.p.d. ya debían de tener lista la comida, servirles a los hombres y mantener limpia la cocina.
Lo interesante era que a la hora de comer, en el momento que yo me metía a la cocina a poner la mesa y servirme mi comida, mis tías se enojaban. Me decían frases cómo 'qué estas haciendo' 'por qué te sirves tú' ' no no no, siéntate, ahorita que te sirva tu prima'; de hecho, una tía se enojó porque le dije 'es que así me educaron en mi casa' (XD).
Como dije al principio, cosas que uno puede pasar por desapercibidas a cierta edad, van tomando otro significado conforme se crece, o al menos desde mi percepción. Y todo esto se conjunta a la ya tan comentada y discutida ley que permite el matrimonio y la adopción por parte de parejas del mismo sexo (tema en el cual estoy a favor y en contra a la vez), lo que me hace pensar en todo este nuevo concepto de familia, que se encuentra en un cambio continuo con el paso de los días.
Y es que ese concepto que alguna vez plantó el sociólogo Auguste Comte en la cual la familia es base germinal de la sociedad, ya se ve tan modificado en estos días debido a muchísimos factores que pueden hacer difícil el definir a una familia mexicana 'común' o 'promedio'. Adicional a esto viene la introducción del tipo de familia con "dos papás" o "dos mamás" al lenguaje cotidiano.
Que conste no estoy diciendo que no existan desde hace ya mucho tiempo, sino que en esto de darle un carácter legal, para algunas personas resultará complicado el entender todo esto, y para ejemplo otra vez, mi familia (con la que conviví en días pasados, con mi familia inmediata ya no hay ningún problema). Siento que sería algo extraño el hecho de que un día llegue y les diga: 'miren, él es mi novio, nos vamos a casar' o 'vamos a tener un hijo', pero así como los tiempos cambian, las maneras de pensar también.
En fin, por el momento me despido, encontrándome en una etapa relativamente nueva en mi vida, llena de muchísimos planes, muchas ilusiones, pero sobre todo, muchas ganas de salir adelante.
Hasta la próxima.
Saludos...
Leonardo.